Muere Christopher Lee a los 93 años.

La voz más emblemática de cine deja una huella imborrable.

Para los más jóvenes encarna el terrible y corrompido Maia Sáruman en las sagas de Peter Jackson El Señor de los Anillos y El Hobbit. Pero durante su longeva carrera como actor ha representado con su peculiar siniestra voz a algunos de los personajes más icónicos del cine.
  Pero este jueves llega a su fin esta legendaria figura que a sus 93 años dio vida en más de 200 producciones a pesonajes, en la mayoría de los casos villanos, como el Conde Duku en el Ataque de los Clones y La Venganza del Sith de las precuelas de Star Wars, tanto así como al Conde Drácula o francisco Scaramanga en James Bond: el hombre de la pistola de oro.

Lee nació el 27 de mayo de 1922 en Londres y comenzó su carrera a los 24 años y durante su larga carrera protagonizó películas como La Momia, La Maldición de Frankenstein, El regreso de Fu-Manchu, Noche Infernal, La Monja Poseída, La Vida Privada de Sherlock Holmes, Los tres Mosqueteros, El perro de Baskerville, Dracula y represento al padre del pequeño Willie Wonka en Charlie y la Fábrica de Chocolate de Tim Burton.
Estuvo en duda para hacer el papel de nueva vez del mago Saruman en la trilogía de la adaptación del libro de J.R.R. Tolkien El Hobbit de Peter Jackson por su avanzada edad, pues era muy difícil moverse en las locaciones durante el rodaje de las tres películas a través de los paisajes de Nueva Zelanda donde se filmaron tanto El Hobbit como El Señor de los Anillos.








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